Nacido en Córdoba el 14 de diciembre de 1880, hijo de Guillermo Butler, irlandés, y de María Batto, italiana.
Fue un pintor argentino de la orden dominica considerado un importante artista en temas sacros y en las series de paisajes de las Sierras de Córdoba.
Desde niño mostró extraordinaria predilección por la pintura, para la que poseía notables aptitudes. Su nombre era Juan, pero adoptó el de Guillermo al ingresar, en 1896, en la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán.
Luego de su ordenación estudió pintura con Emilio Caraffa y Honorio Mossi. En 1908 viajó a Europa realizando estudios de perfeccionamiento en Francia, España, Italia, Gran Bretaña y Alemania. Fue discípulo de los maestros de la Academia Lucien y Desiré Lucas.
Regresó a Buenos Aires en 1915. Expuso en Venecia en 1919 y en otras ciudades europeas.
Concurrió al Salón Nacional desde 1915, obteniendo el Premio de Pintura en 1925.
Fundó la Academia Beato Angélico -de quien era gran admirador – y la Escuela de Arte Cristiano. Fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y profesor en el Colegio Lacordaire.
Realizó vitrales en la capilla del Colegio de la Anunziata, en la Iglesia del Salvador de Buenos Aires, la catedral de la Inmaculada Concepción de Villa María en Córdoba y el Convento de Santo Domingo donde residía.
Recibió la influencia de los Nabis y los puntillistas. Cultivó la pintura de tema religioso, la figura y el paisaje.
Su obra en instancias ingenua (arte naif), se halla representada en el Museo Nacional de Bellas Artes y en los museos de Córdoba, Santa Fe, Museo Castagnino de Rosario y Tucumán.
Murió el 17 de julio de 1961 en Buenos Aires.